Maneras de perder

Hay deportistas que dan su verdadera medida cuando pierden más que cuando ganan. Los hay que cuando no les van bien las cosas se esconden, pasan desapercibidos y esperan tiempos mejores. Y los hay que luchan y dan lo mejor de sí mismos aunque no estén en su mejor momento y sus posibilidades de triunfo sean escasas.

Este ha sido el caso de Alberto Contador el pasado Tour. El comienzo fue francamente difícil: el público francés le silbó en las primeras etapas (con su costumbre de mostrarse hostil hacia los deportistas españoles), en las que además sufrió varias caídas. Otros hubieran abandonado, máxime teniendo en cuenta que nunca estuvo en su calendario correr el Tour y, sobre todo, que venía de ganar brillantemente el Giro de Italia. Pero decidió continuar, y esa decisión ha condicionado totalmente la carrera. En las etapas de los Pirineos, en las que estaba renqueante de las caídas y de su falta de preparación específica para el Tour, la carrera quedó totalmente “bloqueada”, con todos los rivales vigilando a un Contador que trataba de recuperarse sobre la bici.

Y así se vieron unas etapas de montaña insulsas, sin ningún movimiento,hasta que llegaron los Alpes. Contador atacó en tres de las cuatro etapas, las dos primeras en puertos de montaña “pequeños”, con el final de etapa en bajada, consiguiendo sorprender a sus rivales. Y también sacar lo mejor de ellos: el tercer día, Andy Schleck atacó a más de 60 km de meta: un ataque fabuloso, de una ambición desbordada. Y Evans, acostumbrado a buscar la protección del pelotón, tuvo que hacer dos ascensiones colosales para defenderse. Y el cuarto día de Alpes, cuando prácticamente no tenía ninguna posibilidad de ganar el Tour, Contador atacó a 90 km de meta; Schleck fue con él. Un ataque épico. Y aún quedaba lo mejor: cuando los alcanzaron al pie de Alpe D’Huez volvió a atacar, para hacer en solitario los 13 km de subida. Evans se tuvo que dar una auténtica paliza en la subida persiguiendo al escapado, y tras la contrarreloj del sábado, proclamarse campeón del Tour. Un Tour en el que hemos visto al mejor Evans, al mejor Schleck y en mi opinión, al mejor Alberto Contador.